En España, si te encuentras en situación de excedencia laboral, tienes derecho a solicitar la prestación por desempleo, también conocida como paro. La excedencia es una situación en la que el trabajador se encuentra fuera de la empresa de manera temporal, sin perder su vínculo laboral.
Existen diferentes tipos de excedencia laboral, como la excedencia voluntaria, la excedencia por cuidado de hijos o familiares, la excedencia por estudios, entre otras. En todos los casos, el trabajador tiene derecho a solicitar la prestación por desempleo si cumple con los requisitos establecidos por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Para poder acceder al paro estando en excedencia, es necesario haber cotizado al menos 360 días en los últimos seis años. Este requisito es común para la mayoría de los trabajadores, aunque existen algunas excepciones para determinados colectivos. Además, es importante tener en cuenta que el SEPE puede establecer otros requisitos específicos en función del tipo de excedencia y de las circunstancias individuales del trabajador.
Una vez que se cumplan los requisitos, es necesario presentar una solicitud de prestación por desempleo ante el SEPE. Esta solicitud debe realizarse dentro de los quince días siguientes al cese de la excedencia. Además, es importante tener en cuenta que durante el periodo de excedencia no se generan cotizaciones a la Seguridad Social, por lo que la cuantía de la prestación podría verse afectada.
Es importante mencionar que el derecho a la prestación por desempleo durante la excedencia no es automático, sino que debe ser solicitado y aprobado por el SEPE. Además, la duración de la prestación dependerá de los días cotizados y de la legislación vigente en cada momento.
Cobro del paro durante excedencia
Durante una excedencia, es posible que los trabajadores se pregunten si tienen derecho a cobrar el paro. La respuesta es que depende de ciertas circunstancias y de la legislación laboral vigente en España.
En primer lugar, es importante distinguir entre dos tipos de excedencia: la excedencia voluntaria y la excedencia por cuidado de hijos. La excedencia voluntaria se da cuando un trabajador decide dejar temporalmente su empleo por motivos personales, mientras que la excedencia por cuidado de hijos se concede a los trabajadores que necesitan cuidar de sus hijos durante un período determinado.
En el caso de la excedencia voluntaria, generalmente no se tiene derecho a cobrar el paro. Esto se debe a que el trabajador ha decidido dejar voluntariamente su empleo y, por lo tanto, no se encuentra en situación de desempleo. Sin embargo, es recomendable consultar con el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) para obtener información más precisa sobre este tema.
Por otro lado, en el caso de la excedencia por cuidado de hijos, es posible que se tenga derecho a cobrar el paro. Esto se debe a que el trabajador se encuentra en una situación de suspensión temporal de su contrato de trabajo debido a la necesidad de cuidar a sus hijos. En este caso, es necesario cumplir con ciertos requisitos establecidos por la legislación laboral.
Uno de los requisitos es que el trabajador debe estar inscrito como demandante de empleo durante la excedencia. Además, el trabajador debe estar dispuesto y disponible para incorporarse al mercado laboral en caso de que se presente una oportunidad de empleo adecuada.
Es importante tener en cuenta que, durante la excedencia por cuidado de hijos, el trabajador puede solicitar el subsidio por desempleo en lugar del paro. El subsidio por desempleo es una prestación económica que se otorga a los trabajadores en situación de desempleo y que no tienen cotizaciones suficientes para acceder al paro.
Excedencia y cobro del paro
Cuando una persona se encuentra en situación de excedencia, se encuentra fuera de su puesto de trabajo de forma temporal, ya sea por motivos personales o profesionales. Durante este periodo, la persona no está obligada a prestar sus servicios a la empresa, pero tampoco puede trabajar para otra empresa.
En España, existen diferentes tipos de excedencia, como la excedencia voluntaria, la excedencia por cuidado de hijos o la excedencia por cuidado de familiares. Cada una de ellas tiene sus propias condiciones y requisitos.
En cuanto al cobro del paro durante la excedencia, es importante tener en cuenta que dependerá de la situación de cada persona y de los requisitos establecidos por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
En general, para poder cobrar el paro durante la excedencia, es necesario cumplir con los siguientes requisitos:
1. Estar desempleado: es decir, no estar trabajando durante la excedencia.
2. Haber cotizado al menos 360 días en los últimos 6 años.
3. Haber solicitado la prestación por desempleo y estar inscrito como demandante de empleo.
4. Cumplir con los requisitos económicos establecidos por el SEPE, que incluyen tener ingresos inferiores al 75% del Salario Mínimo Interprofesional.
Es importante tener en cuenta que si se cumple con estos requisitos, se podrá solicitar la prestación por desempleo y recibir un subsidio económico durante el periodo de excedencia.
Sin embargo, también es importante tener en cuenta que la excedencia puede afectar al cobro del paro en algunos casos. Por ejemplo, si la excedencia es voluntaria y no se cumplen los requisitos establecidos por el SEPE, es posible que no se pueda acceder a la prestación por desempleo.
Ventajas de la excedencia voluntaria
La excedencia voluntaria es una opción que permite a los trabajadores tomar un tiempo de descanso en su carrera laboral, con la seguridad de que podrán regresar a su puesto de trabajo una vez finalizada la excedencia. A continuación, se presentan algunas de las principales ventajas de optar por la excedencia voluntaria:
1. Flexibilidad en la planificación: La excedencia voluntaria brinda a los trabajadores la posibilidad de planificar su tiempo de descanso de acuerdo a sus necesidades personales o profesionales. Esto les permite tomar un respiro en momentos en los que lo consideren oportuno, como por ejemplo para cuidar de un familiar, emprender un proyecto personal o simplemente descansar.
2. Mantener el puesto de trabajo: Una de las ventajas más destacadas de la excedencia voluntaria es que el trabajador tiene la garantía de que al finalizar el período de excedencia, podrá regresar a su puesto de trabajo con las mismas condiciones laborales que tenía antes de tomar la excedencia. Esto le brinda seguridad y estabilidad laboral.
3. Conservación de derechos laborales: Durante el período de excedencia voluntaria, el trabajador conserva sus derechos laborales y la antigüedad acumulada hasta el momento de tomar la excedencia. Esto implica que al regresar al trabajo, se tendrá en cuenta la antigüedad a la hora de calcular beneficios como las vacaciones, la indemnización por despido o la promoción interna.
4. Posibilidad de formarse: Durante la excedencia voluntaria, el trabajador tiene la posibilidad de dedicar tiempo a su formación y desarrollo personal o profesional. Esto le permite adquirir nuevas habilidades o conocimientos que pueden ser beneficiosos para su carrera laboral una vez que regrese al trabajo.
5. Conciliación de la vida personal y laboral: La excedencia voluntaria es una herramienta que facilita la conciliación de la vida personal y laboral, permitiendo a los trabajadores dedicar tiempo a su familia, cuidado de hijos o cualquier otro aspecto que consideren importante en su vida personal.
6. Oportunidades de emprendimiento: La excedencia voluntaria también puede ser una oportunidad para emprender un proyecto propio. Durante el tiempo de descanso, el trabajador puede dedicarse a desarrollar su propia empresa o negocio, sin tener que renunciar a su puesto de trabajo en caso de que decida retomar su empleo en un futuro.
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