En España, existen una serie de enfermedades que pueden dar lugar a una incapacidad absoluta, es decir, una situación en la que la persona no puede realizar ninguna actividad laboral y requiere de asistencia continua. Estas enfermedades son consideradas graves y limitantes, y suelen tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes las padecen.
Entre las enfermedades que pueden conducir a una incapacidad absoluta se encuentran:
1. Enfermedades neurodegenerativas: como el Alzheimer, el Parkinson, la esclerosis múltiple o la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Estas enfermedades afectan al sistema nervioso y su evolución suele ser progresiva, lo que limita la capacidad de la persona para llevar a cabo tareas diarias y desempeñar un trabajo.
2. Enfermedades mentales: como la esquizofrenia, el trastorno bipolar, la depresión grave o el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Estas enfermedades afectan la salud mental y pueden interferir de manera significativa en la capacidad de la persona para funcionar en su entorno laboral y social.
3. Enfermedades cardiovasculares: como la insuficiencia cardiaca, la cardiopatía isquémica o las enfermedades valvulares graves. Estas enfermedades pueden limitar la capacidad física de la persona y suponer un riesgo para su salud en caso de realizar esfuerzos o actividades laborales exigentes.
4. Enfermedades respiratorias: como la fibrosis pulmonar, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la apnea del sueño grave. Estas enfermedades afectan la capacidad respiratoria y pueden limitar la capacidad física de la persona, así como suponer un riesgo para su salud en determinadas situaciones laborales.
5. Enfermedades reumatológicas: como la artritis reumatoide, la espondilitis anquilosante o el lupus eritematoso sistémico. Estas enfermedades afectan las articulaciones y los tejidos conectivos, lo que puede limitar la movilidad y la capacidad física de la persona.
Es importante destacar que la concesión de una incapacidad absoluta no depende únicamente del diagnóstico de una enfermedad, sino que se evalúa de manera individualizada, teniendo en cuenta la afectación funcional y las limitaciones que esta pueda suponer en la vida diaria y laboral de la persona.
En caso de que una persona presente alguna de estas enfermedades y crea que cumple con los requisitos para solicitar una incapacidad absoluta, es recomendable acudir a un médico especialista o a un asesor legal para recibir orientación y asesoramiento adecuado.
Incapacidad absoluta en España
La incapacidad absoluta es una prestación de la Seguridad Social en España que se concede a aquellas personas que se encuentran en una situación de discapacidad grave que les impide realizar cualquier tipo de trabajo o actividad laboral. Se trata de la máxima calificación de incapacidad laboral que se puede obtener en el país.
Para poder acceder a la incapacidad absoluta, es necesario cumplir una serie de requisitos establecidos por la legislación española. Entre ellos se encuentran los siguientes:
1. Discapacidad: La persona debe contar con una discapacidad igual o superior al 65%. Esta discapacidad puede ser física, psíquica o sensorial, y debe ser reconocida por los organismos competentes.
2. Imposibilidad de trabajar: La discapacidad debe ser de tal naturaleza que impida a la persona realizar cualquier tipo de trabajo, ya sea de forma permanente o temporal. Es importante destacar que se considera incapacidad absoluta para todo tipo de trabajo, no solo para el trabajo habitual que se venía desempeñando antes de la discapacidad.
3. Contribución suficiente: La persona debe haber cotizado un número mínimo de años a la Seguridad Social para tener derecho a la prestación por incapacidad absoluta. Este número varía en función de la edad y del tipo de discapacidad.
Una vez cumplidos estos requisitos, la persona puede solicitar la incapacidad absoluta ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) o ante el Instituto Social de la Marina (ISM), dependiendo de si es trabajador del régimen general o del régimen especial de la marina mercante, respectivamente.
La solicitud debe ir acompañada de la documentación necesaria, como informes médicos que acrediten la discapacidad y su grado de severidad, así como cualquier otra documentación que pueda ser requerida por el INSS o el ISM.
Tras la presentación de la solicitud, se realizará una evaluación médica por parte de los equipos de valoración de incapacidad (EVI) para determinar si se cumple con los requisitos para obtener la incapacidad absoluta.
En caso de ser concedida, la incapacidad absoluta otorga una serie de prestaciones económicas a la persona, como una pensión mensual que varía en función de las cotizaciones realizadas y del grado de discapacidad.
Es importante tener en cuenta que la incapacidad absoluta no es definitiva, sino que se revisa periódicamente para comprobar si se mantienen las condiciones que dieron lugar a su concesión.
Derecho a incapacidad permanente absoluta en España
La incapacidad permanente absoluta es una prestación de la Seguridad Social en España que se otorga a aquellas personas que se encuentran en una situación de incapacidad total y permanente para realizar cualquier tipo de trabajo o actividad laboral.
Para poder acceder a la incapacidad permanente absoluta, es necesario cumplir con los siguientes requisitos:
1. Estado de salud: Se debe demostrar que existe una enfermedad o lesión que impide de manera definitiva y total la realización de cualquier tipo de trabajo.
2. Contribución a la Seguridad Social: Es necesario haber cotizado un mínimo de 15 años, de los cuales al menos 2 deben ser dentro de los últimos 15 años anteriores a la solicitud de la incapacidad.
El proceso para solicitar la incapacidad permanente absoluta en España es el siguiente:
1. Reconocimiento médico: El solicitante deberá acudir a un tribunal médico para que evalúen su estado de salud y determinen su grado de incapacidad.
2. Informe médico: Es necesario presentar un informe médico completo y detallado que respalde la solicitud de incapacidad permanente absoluta.
3. Trámite administrativo: La solicitud se debe presentar en el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) o en el Instituto Social de la Marina (ISM), dependiendo del régimen de afiliación del solicitante.
Una vez presentada la solicitud, el INSS o el ISM realizarán una evaluación de la misma y emitirán una resolución. En caso de ser favorable, se otorgará la incapacidad permanente absoluta y se comenzará a recibir una pensión mensual.
Es importante tener en cuenta que la incapacidad permanente absoluta puede ser revisada periódicamente por el INSS o el ISM para comprobar si persisten las condiciones que dieron lugar a su concesión. En caso de mejoría, la pensión puede ser suspendida o modificada.
Invalidez absoluta en España
La invalidez absoluta en España es una situación en la que una persona se encuentra completamente incapacitada para realizar cualquier tipo de trabajo o actividad. Es considerada como la máxima categoría de invalidez y otorga una serie de derechos y beneficios a la persona afectada.
Para ser considerado con una invalidez absoluta en España, es necesario cumplir con una serie de requisitos establecidos por la Seguridad Social. Estos requisitos incluyen una valoración médica exhaustiva, en la cual se determina el grado de discapacidad de la persona y se evalúa su capacidad para desempeñar cualquier tipo de trabajo.
Una vez que se ha determinado la invalidez absoluta, la persona afectada tiene derecho a recibir una pensión por invalidez. Esta pensión se calcula en base a las cotizaciones realizadas durante la vida laboral de la persona y puede ser percibida de forma vitalicia. Además, la persona también tiene derecho a recibir asistencia sanitaria gratuita, así como a recibir prestaciones económicas adicionales en caso de necesitar ayuda de terceros para realizar actividades básicas de la vida diaria.
Es importante destacar que la invalidez absoluta puede ser reconocida tanto por enfermedad como por accidente laboral o no laboral. En el caso de enfermedad, es necesario que la persona haya estado de baja por incapacidad laboral durante al menos 12 meses continuados y que se prevea que no podrá recuperarse en un plazo de 24 meses. En el caso de accidente, no es necesario cumplir con este requisito de duración mínima.
Una vez reconocida la invalidez absoluta, la persona también puede solicitar una prestación por gran invalidez en caso de necesitar ayuda de terceros de forma continuada. Esta prestación adicional es de un importe superior a la pensión por invalidez y puede ser acumulada a la misma.
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