El despido de un trabajador es una situación delicada tanto para el empleado como para el empleador. En España, existen dos tipos de despidos: el despido procedente y el despido improcedente. A continuación, te proporcionaré una guía completa para entender en qué consisten ambos tipos.
En primer lugar, el despido procedente se refiere a aquel que se realiza por una causa justificada y demostrable por parte del empleador. Algunas de las causas más comunes que pueden dar lugar a un despido procedente son el incumplimiento grave y culpable de las obligaciones laborales por parte del trabajador, como la falta reiterada de puntualidad o la negligencia en sus funciones.
Para que un despido sea considerado como procedente, es necesario que el empresario cumpla con una serie de requisitos legales. En primer lugar, debe comunicar al trabajador de forma escrita y por escrito los motivos del despido. Además, debe concederle un plazo de 15 días hábiles para que el empleado pueda impugnarlo ante los tribunales laborales si así lo desea.
Por otro lado, el despido improcedente se produce cuando el empleador no puede justificar adecuadamente las causas que han llevado al despido del trabajador. En este caso, el empleado tiene derecho a ser reintegrado en su puesto de trabajo o a recibir una indemnización económica.
En el caso de que el trabajador opte por la readmisión, el empresario deberá abonarle los salarios de tramitación, que son los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido hasta la notificación de la sentencia que declare la improcedencia. Por otro lado, si el empleado decide recibir una indemnización económica, esta será equivalente a 33 días de salario por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.
Es importante destacar que tanto en el despido procedente como en el improcedente, el trabajador tiene derecho a recibir una indemnización por despido. En el caso del despido procedente, la indemnización será de 20 días de salario por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.
Despido: procedente e improcedente
El despido es la terminación del contrato laboral por parte del empleador. En España, existen dos tipos de despidos: el despido procedente y el despido improcedente. A continuación, se explicará en qué consiste cada uno.
Despido procedente:
El despido procedente es aquel que se realiza por una causa justificada y legalmente válida. Para que un despido sea considerado procedente, es necesario que exista una causa objetiva y que se cumplan los requisitos establecidos por la ley.
Algunas causas que pueden justificar un despido procedente son las siguientes:
1. Faltas repetidas o injustificadas de asistencia o puntualidad.
2. Ineptitud del trabajador, es decir, falta de capacidad para desempeñar adecuadamente las tareas asignadas.
3. Incumplimiento grave y culpable de las obligaciones laborales.
4. Transgresión de la buena fe contractual.
5. Violencia, acoso o discriminación en el ámbito laboral.
Cuando se produce un despido procedente, el empleador tiene derecho a no abonar la indemnización por despido al trabajador. Sin embargo, este último tiene derecho a recibir la liquidación correspondiente por los días trabajados y las cantidades pendientes de pago.
Despido improcedente:
El despido improcedente es aquel que se realiza sin una causa justificada o sin cumplir los requisitos legales establecidos. Este tipo de despido se considera injusto y da lugar a indemnización para el trabajador.
Cuando se produce un despido improcedente, el empleador debe abonar una indemnización al trabajador.
En caso de despido improcedente, el trabajador puede optar por la readmisión en su puesto de trabajo o por la indemnización. Si decide la readmisión, el empleador está obligado a devolver al trabajador a su puesto anterior con todas las condiciones laborales anteriores al despido.
Indemnización despido procedente
La indemnización por despido procedente es una compensación económica que se otorga al trabajador cuando su relación laboral se termina de forma justificada por parte del empleador. En España, el despido procedente se produce cuando existe una causa legalmente establecida que respalda la decisión del empleador de poner fin al contrato de trabajo.
La indemnización por despido procedente está regulada en el Estatuto de los Trabajadores, que establece una serie de baremos en función de la antigüedad del trabajador en la empresa. Los trabajadores con una antigüedad inferior a 12 meses tienen derecho a recibir una indemnización de 20 días de salario por año trabajado, mientras que aquellos con más de 12 meses de antigüedad reciben 33 días de salario por año trabajado.
Es importante tener en cuenta que la indemnización por despido procedente tiene un límite máximo de 12 mensualidades de salario. Esto significa que, incluso si el trabajador tiene una antigüedad de más de 12 años, la indemnización no podrá superar el equivalente a un año de salario.
Además, es necesario destacar que para que el despido sea considerado procedente, se deben cumplir una serie de requisitos legales. Estos requisitos pueden variar según la causa de despido, que puede ser desde un incumplimiento grave del trabajador hasta una causa objetiva como un deterioro de la situación económica de la empresa.
En caso de que el trabajador considere que su despido ha sido injustificado o que no se han cumplido los requisitos legales, puede impugnar la decisión ante los tribunales laborales. En caso de que el despido sea declarado improcedente, el trabajador tendrá derecho a una indemnización mayor que en el caso de despido procedente.
Despido improcedente: consecuencias legales.
El despido improcedente es aquel que se realiza sin justificación o incumpliendo los requisitos legales establecidos. En España, las consecuencias legales de un despido improcedente son las siguientes:
1. Indemnización: El trabajador tiene derecho a recibir una indemnización por parte del empleador como compensación por el despido injustificado. La cuantía de esta indemnización varía en función de la antigüedad del trabajador en la empresa y del tipo de contrato que tenga. En general, la indemnización es de 33 días de salario por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades.
2. Readmisión: En algunos casos, el trabajador puede solicitar la readmisión en su puesto de trabajo en lugar de la indemnización. Esto ocurre cuando el despido se declara improcedente por no haberse seguido el procedimiento legal correspondiente. En este caso, el trabajador tiene derecho a ser reincorporado a su puesto de trabajo en las mismas condiciones laborales y salariales que tenía antes del despido.
3. Salarios de tramitación: Si el trabajador opta por la readmisión y el empleador no cumple con esta obligación, se generan los salarios de tramitación. Estos salarios son la cantidad que el empleador deberá abonar al trabajador desde la fecha del despido hasta la fecha en que se dicte la sentencia que declare la improcedencia. Es importante destacar que estos salarios solo se generan si el trabajador solicita la readmisión y el empleador no cumple con ella.
4. Reintegro de prestaciones: En caso de que el trabajador haya perdido prestaciones sociales como el seguro de desempleo o la cotización a la seguridad social como consecuencia del despido improcedente, el empleador tiene la obligación de reintegrarle dichas prestaciones.
5. Sanciones para el empleador: En caso de que se demuestre que el despido improcedente ha sido realizado de manera fraudulenta o con mala fe, el empleador puede enfrentar sanciones o multas adicionales establecidas por la ley.
Si estás interesado en conocer qué es un despido procedente e improcedente y necesitas asesoramiento profesional, te invitamos a contactar con GestorPlus. Somos una reconocida asesoría y gestoría en España, especializada en temas laborales y de recursos humanos. Nuestro equipo de expertos te brindará una guía completa sobre este tema y te orientará en todas tus dudas y consultas. No dudes en visitar nuestra página web o llamarnos al 687135235 para obtener más información. ¡Contacta con GestorPlus y deja tus problemas laborales en manos de profesionales! Contactar con GestorPlus