El silencio administrativo es una figura legal que regula las situaciones en las que la Administración Pública no responde a una solicitud o petición dentro del plazo establecido por ley. En España, existen dos tipos de silencio administrativo: el positivo y el negativo.
El silencio administrativo positivo se produce cuando la Administración Pública no responde a una solicitud dentro del plazo establecido, pero se entiende que la solicitud ha sido estimada de forma favorable. Es decir, si una persona presenta una solicitud y la Administración no responde en un plazo determinado, se entenderá que la solicitud ha sido aceptada y se podrán ejercer los derechos o acciones correspondientes.
Por otro lado, el silencio administrativo negativo se produce cuando la Administración Pública no responde a una solicitud dentro del plazo establecido y se entiende que la solicitud ha sido denegada. En este caso, si una persona presenta una solicitud y la Administración no responde en el plazo establecido, se entenderá que la solicitud ha sido rechazada y no se podrán ejercer los derechos o acciones correspondientes.
Es importante tener en cuenta que las diferencias entre el silencio administrativo positivo y negativo radican en las consecuencias que generan. Mientras que el silencio administrativo positivo otorga derechos y acciones al solicitante, el silencio administrativo negativo implica la denegación de la solicitud y la imposibilidad de ejercer dichos derechos o acciones.
En cuanto a los plazos establecidos para la respuesta de la Administración Pública, estos varían según el tipo de solicitud y la normativa aplicable. En general, se establece un plazo máximo de tres meses para la respuesta, aunque existen excepciones en las que se pueden establecer plazos diferentes.
Diferencia entre silencio administrativo positivo y negativo en España
El silencio administrativo es una figura legal que se aplica en España cuando una administración pública no resuelve una solicitud o recurso dentro del plazo establecido por la ley. Existen dos tipos de silencio administrativo: positivo y negativo. A continuación, se explicará la diferencia entre ambos.
1. Silencio administrativo positivo: El silencio administrativo positivo se produce cuando la administración no resuelve una solicitud dentro del plazo establecido y se entiende que la solicitud ha sido estimada favorablemente. Es decir, si una persona presenta una solicitud a una administración pública y esta no resuelve en un plazo determinado, se considera que la solicitud ha sido aceptada y se adquieren los derechos y beneficios que correspondan.
2. Silencio administrativo negativo: Por otro lado, el silencio administrativo negativo se produce cuando la administración no resuelve una solicitud dentro del plazo establecido y se entiende que la solicitud ha sido desestimada. En este caso, si una persona presenta una solicitud a una administración pública y esta no resuelve en el plazo determinado, se considera que la solicitud ha sido rechazada y se pierden los derechos y beneficios que se solicitaban.
Es importante tener en cuenta que el silencio administrativo positivo no siempre se aplica en todos los casos. Existen excepciones establecidas por ley en las que no se produce este tipo de silencio, como por ejemplo, cuando la solicitud afecta a derechos de terceros, cuando existe un interés público o cuando la ley establece un procedimiento expreso para la resolución de la solicitud.
El silencio administrativo negativo: ¿cuándo se entiende?
El silencio administrativo negativo se entiende como la falta de respuesta por parte de la administración pública a una solicitud o petición realizada por un particular. En España, el silencio administrativo negativo se regula en la Ley 39/2015, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.
Cuando un particular realiza una solicitud a una administración pública, esta tiene un plazo determinado para resolverla y notificar su decisión.
El plazo para entender el silencio administrativo negativo varía según el tipo de procedimiento y la administración de la que se trate. En general, el plazo suele ser de tres meses, aunque puede ser de seis meses en algunos casos especiales.
El silencio administrativo negativo tiene importantes consecuencias para el particular. En primer lugar, se considera que la solicitud ha sido desestimada por la administración, lo que permite al particular interponer los recursos correspondientes y ejercer su derecho a la vía judicial.
Además, el silencio administrativo negativo también tiene efectos económicos. Por ejemplo, si se trata de una solicitud de subvención o ayuda económica, el particular puede solicitar el reconocimiento y pago de las cantidades correspondientes.
Es importante destacar que el silencio administrativo negativo no es aplicable en todos los casos. La Ley establece una serie de excepciones en las que no se entenderá el silencio administrativo negativo, como por ejemplo en los procedimientos de responsabilidad patrimonial de las administraciones públicas.
Silencio administrativo: ¿positivo o negativo?
El silencio administrativo es un fenómeno que se produce cuando una administración pública no emite una resolución expresa dentro del plazo legalmente establecido para resolver una solicitud o recurso presentado por un ciudadano. En España, el silencio administrativo puede ser positivo o negativo, dependiendo del contexto y de la normativa aplicable.
Silencio administrativo positivo: El silencio administrativo se considera positivo cuando la ley establece que, transcurrido el plazo sin que se haya dictado una resolución expresa, se entiende que la solicitud o recurso ha sido estimado favorablemente. Esto significa que el ciudadano puede interpretar que su petición ha sido aceptada y que puede actuar en consecuencia.
El silencio administrativo positivo tiene como objetivo proteger los derechos de los ciudadanos y evitar la inacción de la administración. En este sentido, se considera una garantía para los particulares, ya que les permite obtener una respuesta de la administración incluso en los casos en los que esta no se haya pronunciado expresamente.
Sin embargo, el silencio administrativo positivo no siempre es aplicable en todos los procedimientos administrativos. Existen excepciones y limitaciones, especialmente en aquellos casos en los que se requiere una resolución expresa por motivos de interés público, seguridad jurídica o protección de derechos de terceros.
Silencio administrativo negativo: Por otro lado, el silencio administrativo se considera negativo cuando la ley establece que, transcurrido el plazo sin que se haya dictado una resolución expresa, se entiende que la solicitud o recurso ha sido desestimado. Esto implica que el ciudadano no obtiene una respuesta positiva a su petición y se ve obligado a agotar otras vías para lograr una resolución.
El silencio administrativo negativo puede ser considerado como una forma de ineficiencia o falta de transparencia por parte de la administración. En algunos casos, puede generar incertidumbre y dificultar la defensa de los derechos e intereses de los ciudadanos.
Es importante tener en cuenta que el silencio administrativo, ya sea positivo o negativo, no siempre es aplicable en todos los procedimientos administrativos. La normativa establece los casos en los que se puede aplicar y las excepciones correspondientes, con el objetivo de garantizar la protección de los derechos de los ciudadanos y el correcto funcionamiento de la administración pública.
Si estás interesado en conocer las diferencias entre el silencio administrativo positivo y negativo en España, te invitamos a contratar los servicios profesionales de GestorPlus. Como asesoría y gestoría especializada, cuentan con amplia experiencia en el ámbito administrativo, ofreciendo un servicio personalizado y eficiente.
Para obtener más información o solicitar sus servicios, puedes visitar su página web Contactar con GestorPlus o llamar al teléfono 687135235. No pierdas la oportunidad de contar con profesionales expertos que te guiarán en el complejo mundo administrativo.