En una sociedad limitada, las aportaciones no dinerarias son aquellas que no se realizan en efectivo, sino que consisten en bienes o derechos. Estas aportaciones deben ser valoradas correctamente para su registro contable.
El primer paso para contabilizar una aportación no dineraria es determinar el valor de dicha aportación. Para ello, es necesario realizar una valoración objetiva de los bienes o derechos aportados. Es recomendable contar con un informe de un experto independiente que determine el valor de los bienes o derechos.
Una vez determinado el valor de la aportación no dineraria, se debe registrar en el libro de socios de la sociedad limitada. En este libro se deberá indicar la identificación del socio que realiza la aportación, el valor de la misma y la descripción detallada de los bienes o derechos aportados.
Además, es necesario reflejar esta aportación en el balance de la sociedad. Los bienes o derechos aportados se incluirán en el activo de la empresa y se registrarán al valor determinado previamente. A su vez, se creará una cuenta de capital social y se incrementará en el valor de la aportación no dineraria.
Es importante tener en cuenta que, en caso de que los bienes o derechos aportados no estén libres de cargas o gravámenes, se deberá reflejar también la deuda o gravamen correspondiente en la contabilidad de la sociedad.
Por último, es necesario tener en cuenta las obligaciones fiscales derivadas de las aportaciones no dinerarias. En España, este tipo de aportaciones está sujeta al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP-AJD), que deberá ser liquidado y pagado en el plazo establecido por la normativa vigente.
Bienes no dinerarios aceptados como aportaciones en España
En España, las aportaciones a una sociedad pueden ser realizadas no solo en efectivo, sino también en forma de bienes no dinerarios. Los bienes no dinerarios son aquellos que no son dinero en efectivo, como por ejemplo, inmuebles, vehículos, maquinaria, acciones, participaciones sociales, entre otros.
La Ley de Sociedades de Capital establece que los bienes no dinerarios deben ser objeto de una valoración adecuada para determinar su aportación al capital social de la sociedad. Esta valoración debe ser realizada por un experto independiente, que emita un informe de valoración.
La valoración de los bienes no dinerarios se realiza teniendo en cuenta su valor de mercado. Es importante destacar que el valor de mercado es el precio más probable al que podría venderse el bien en condiciones normales de mercado y en un plazo razonable. Además, se deben tener en cuenta factores como el estado de conservación del bien, su antigüedad, su utilidad, entre otros.
Una vez realizado el informe de valoración, este debe ser presentado ante el notario encargado de la constitución de la sociedad o de la ampliación de capital. El notario verificará que la valoración se ha realizado correctamente y que los bienes no dinerarios cumplen con los requisitos legales para ser aceptados como aportaciones al capital social.
Es importante señalar que los bienes no dinerarios deben ser aportados a la sociedad de forma íntegra y libre de cargas y gravámenes. En caso de que existan cargas o gravámenes sobre los bienes, estos deben ser cancelados antes de su aportación a la sociedad.
Además, es necesario tener en cuenta que las aportaciones de bienes no dinerarios pueden implicar una serie de trámites adicionales, como por ejemplo, la inscripción de la aportación en el Registro Mercantil correspondiente.
Contabilización en cuenta 118
La cuenta 118 se utiliza en contabilidad para registrar las subvenciones de capital recibidas por una empresa.
La contabilización de las subvenciones de capital se realiza en el momento en que se reciben, y se registran como un ingreso en la cuenta 118. Para ello, se utiliza el siguiente asiento contable:
118 Subvenciones de capital X
a 13 Subvenciones de capital pendientes de imputación
a 14 Subvenciones de capital pendientes de reconocimiento
En este asiento, se carga la cuenta 118 por el importe de la subvención recibida, y se abonan las cuentas 13 y 14, que son cuentas de control utilizadas para llevar un seguimiento de las subvenciones pendientes de imputación y reconocimiento.
Es importante destacar que las subvenciones de capital deben ser imputadas al resultado del ejercicio de forma sistemática a lo largo de la vida útil de los activos que han sido subvencionados. Para ello, se utiliza la cuenta 118 para registrar la imputación de la subvención al resultado.
La imputación de la subvención al resultado se realiza mediante el siguiente asiento contable:
68 Amortización del inmovilizado X
a 118 Subvenciones de capital
En este asiento, se carga la cuenta 68 por el importe de la amortización del inmovilizado subvencionado, y se abona la cuenta 118 para reducir el saldo de la subvención.
Es importante tener en cuenta que, en caso de que se produzca una devolución total o parcial de la subvención de capital, se debe revertir el asiento contable realizado anteriormente. Para ello, se utiliza el siguiente asiento:
13 Subvenciones de capital pendientes de imputación X
a 118 Subvenciones de capital
En este asiento, se carga la cuenta 13 por el importe de la subvención devuelta, y se abona la cuenta 118 para reducir el saldo de la subvención.
Contabilización de aportaciones de socios para compensar pérdidas
La contabilización de aportaciones de socios para compensar pérdidas es un proceso contable que se realiza cuando una empresa tiene pérdidas acumuladas y los socios deciden aportar capital adicional para cubrir esas pérdidas.
A continuación, se describe el proceso de contabilización de estas aportaciones:
1. Registro de la aportación de los socios: En primer lugar, se debe registrar la aportación de los socios en la cuenta de capital social. Esta cuenta reflejará el monto total del capital aportado por los socios.
2. Creación de una cuenta específica para las pérdidas acumuladas: Si la empresa tiene pérdidas acumuladas, se debe crear una cuenta específica para registrar estas pérdidas. Esta cuenta se denomina «pérdidas acumuladas» y se utiliza para reflejar el monto total de las pérdidas acumuladas por la empresa.
3. Compensación de las pérdidas acumuladas con las aportaciones de los socios: Una vez registrada la aportación de los socios y creada la cuenta de pérdidas acumuladas, se procede a compensar las pérdidas acumuladas con las aportaciones de los socios. Se debita la cuenta de pérdidas acumuladas y se acredita la cuenta de capital social por el mismo monto.
4. Actualización de la cuenta de pérdidas acumuladas: Después de compensar las pérdidas acumuladas con las aportaciones de los socios, se debe actualizar la cuenta de pérdidas acumuladas para reflejar el nuevo saldo. Si después de la compensación de las pérdidas acumuladas aún quedan pérdidas pendientes de compensar, se debe registrar este saldo en la cuenta de pérdidas acumuladas. En cambio, si las pérdidas acumuladas se han compensado por completo, el saldo de la cuenta de pérdidas acumuladas será cero.
Es importante tener en cuenta que la contabilización de las aportaciones de socios para compensar pérdidas puede variar dependiendo de las normas contables aplicables y de las decisiones específicas de la empresa. Por lo tanto, es recomendable consultar a un profesional contable o asesor fiscal para asegurarse de realizar el proceso correctamente.
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